1. Tortúrese por todos los errores que cometa. Sea impasible consigo mismo, si está aprendiendo algo nuevo, sea exigente, no se permita el más mínimo fallo. Cuando se equivoque recrimíneselo constantemente.
2. Repítase frases como las siguientes. “No hago nada bien”, “soy tonto…”, “no puedo hacerlo”, “no sé”, “eso es muy difícil para mí”, etc.
3. Recuerde siempre los fallos cometidos, nunca los olvide. No hay que olvidar lo que nos costó aprender a montar en bici, así nos podremos decir que siempre hemos sido un poco torpes.
4. Exíjase muchísimo. Si las cosas no están perfectas, entonces no están bien. Compárese siempre con los más cualificados.
5. Si algo ha salido mal, seguro que es culpa suya. Siempre existirá algún pretexto para recriminarnos lo ocurrido, debería haber estado más atento, tendría que haberlo previsto, etc.
6. Cuando alguien le critique de forma negativa, no sé defienda. Deje que su pareja, amistades o familiares le critiquen, no les lleve nunca la contraria, los demás siempre llevan razón. Asuma que es la única persona que comete errores en este mundo.
7. No de su opinión, no vaya ser que parezca que no tiene conocimientos. Cuando este acompañado, no exprese su opinión, no vaya a ser que meta la pata, o que diga alguna barbaridad. Manténgase en la idea de que, para opinar hay que ser un experto.
8. Cuando comience alguna actividad o aprendizaje nuevo, repróchese cualquier error, por pequeño que sea. Si está aprendiendo a conducir y le cuesta aparcar en batería, reprócheselo y magnifíquelo, hay que ser torpe para no aparcar así, con lo fácil que es.
9. Magnifique las virtudes de los demás, menosprecie las suyas propias. Mi compañero tiene muchos conocimientos de informática. Yo me defiendo con el piano, (cuando en realidad tengo el conservatorio acabado).
10. No confíe en sus posibilidades y capacidades. Antes de emprender cualquier reto nuevo, dude de su capacidad y posibilidades. Piense que no lo va a poder conseguir, que es un reto para personas muy preparadas, etc.
Y cuando se sienta destrozado, crea que no sirve para nada, y se sienta abatido, pregúntese a sí mismo, ¿Qué podría haber hecho yo para que esto no terminase así?
Interesante y práctico.
ResponderEliminarMe identifico. Muy bueno.
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