Un persona optimista disfruta del éxito y aprende del fracaso
. Un pesimista tiene miedo de su propio éxito y sufre por los fracasos. Esa es la razón por la cual, la suerte se inclina del lado de aquel que disfruta y aprende>>.

“Todos somos completamente independientes y autosuficientes… Sólo que pocos lo saben"

viernes, 25 de noviembre de 2011

Hoy recibí Flores

HOY RECIBÍ FLORES


No es mi cumpleaños o ningún otro día especial; tuvimos nuestro primer disgusto anoche, y él dijo muchas cosas crueles, que en verdad me ofendieron. Pero sé que está arrepentido y no las dijo en serio, porque él me mando flores hoy.

Recibí flores hoy! . No es nuestro aniversario o ningún otro día especial; anoche me lanzo contra la pared y comenzó a ahorcarme. Parecía una pesadilla, pero de las pesadillas despiertas y sabes que no es real; me levante esta mañana adolorida y con golpes en todos lados, pero yo sé que está arrepentido; porque él me mando flores hoy.

Recibí flores hoy! Y no es día de San Valentín o ningún otro día especial; anoche me golpeo y amenazó con matarme; ni el maquillaje o las mangas largas podían esconder las cortadas y golpes que me ocasiono esta vez. No pude ir al trabajo hoy, porque no quería que se dieran cuenta. Pero yo sé que está arrepentido; porque él me mando flores hoy.

Recibí flores hoy! Y no era el día de las madres o ningún otro día especial; anoche el me volvió a golpear, pero esta vez fue mucho peor. Si logro dejarlo, que voy a hacer? ,? Como podría yo sola sacar adelante a los niños?, que pasara si nos falta el dinero? Le tengo tanto miedo, pero dependo tanto de él, que temo dejarlo. Pero yo sé que está arrepentido, porque él me mando flores hoy.

Recibí flores hoy! Hoy es un día muy especial: Es el día de mi funeral. Anoche por fin logro matarme. Me golpeo hasta morir. Si por lo menos hubiera tenido el valor y la fortaleza de dejarlo; Si hubiera aceptado la ayuda profesional. Hoy no hubiera recibido flores!

Anónimo.- POR UNA VIDA SIN VIOLENCIA!!!

lunes, 14 de noviembre de 2011

CORREGIR NUESTROS ERRORES

1. Cada error nos muestra algo que debemos corregir: En la medida en que lo hacemos nos convertimos en mejores personas.
2. Acepta lo que ya pasó: Sal del pasado y no te quedes pegado, pensando en lo que pudiste hacer y no hiciste. El pasado ya pasó y no puedes cambiarlo, pregúntate: “¿Qué puedo hacer para corregir el error lo más rápidamente posible y qué puedo aprender de esta experiencia?”.
3. Supera la culpa: Si realizaste una mala elección o cometiste alguna equivocación, no te castigues por algo que no podías saber de antemano. Cometer errores no tiene nada que ver con tu valor como persona ni con tu capacidad para tomar decisiones en un momento dado.
4. Considera el error como una advertencia: A veces el recibir una multa de tráfico representa una advertencia para conducir más despacio y evitar un accidente mayor… Estar atentos para reconocer las señales que nos envía el universo hará que convirtamos nuestros errores en oportunidades.
5. Vence el temor a equivocarte: El miedo a equivocarte puede hacer que no te atrevas a decir lo que sientes o piensas. Al mismo tiempo puede impedirte hacer algo por temor a hacer el ridículo. Atrévete a expresar tus pensamientos y sentimientos encontrando las mejores palabras y el mejor momento para hacerlo. Y si te equivocas, pide disculpas.
6. Aprende de tus errores: Cada uno nos muestra algo que necesitamos corregir, y en la medida en que lo hacemos aprendemos y nos convertimos en mejores seres humanos. Repara la ofensa. Que tu arrepentimiento no se quede sólo en palabras bonitas. Además de pedir disculpas, es importante que hagas algo concreto para mostrar tu compromiso de corregir el error o la ofensa cometida. “¿De qué manera puedo corregirlo?, ¿qué puedo hacer para que te sientas bien?”, son frases que hacen sentir mejor a las personas afectadas.
7. Vence el hábito de señalar los errores de los demás: El hábito de señalar los errores que cometen los otros, sin aportar algo para ayudarles, termina afectando nuestras relaciones con ellos y reafirmando las consecuencias negativas que se generan de nuestras equivocaciones.
8. Asume tu responsabilidad: Si eres sincero y humildemente explicas en forma razonable el porqué de tu actuación equivocada, la persona afectada se sentirá más tranquila y satisfecha al escucharte. Debemos siempre enfrentar las situaciones embarazosas con madurez y nunca reaccionar emocionalmente. Quedarnos callados esperando que el tiempo pase y la persona olvide la ofensa, hará que se genere el resentimiento.
9. Supera la culpa: La mayoría de las veces nos sentimos culpables por haber cometido un error. Después de pedir disculpas a las personas involucradas, debemos perdonarnos a nosotros mismos.
10. Evita pensar en lo que pudiste hacer: Lo primero que viene a nuestra mente, después de cometer un error, es todo lo que hubiéramos podido hacer para evitarlo. A veces te quedas ahí, dándole vueltas a todas las posibilidades y sintiéndote culpable o haciendo sentir culpable al otro, como si de esa manera pudiera borrarse todo lo sucedido. Simplemente acéptalo y piensa en lo que puedes hacer para solucionarlo de la manera más eficiente.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cómo se da poder a los hijos (Sin darse cuenta)



     I.      Cuando no cumplen lo advertido al hijo. En todas las ocasiones que se le castiga y al final no cumple con lo impuesto. Transmiten que él puede sobre ellos.

    II.      Cuando aplican soluciones manifiestamente ineficaces. Cada vez que se aplican normas o castigos y no sirven para nada, trasmiten que no saben que hacer y que no pueden con él.

  III.      Cuando organizan la vida familiar según la problemática del hijo. Le trasmiten que esa problemática es el “arma” con la que el hijo controla a la familia.

  IV.      Cuando expresan “mi hijo me ha salido así”. Todo el mundo nace igual, las diferencias posteriores están relacionadas con la educación (vivencias, límites, normas, sobreprotección, etc.). Los hijos no “salen”, se forman. Al decirlo, se da carta blanca, de identidad, al comportamiento inadecuado del hijo.

   V.      Cuando le prohíben algo o dicen “NO” y luego cambian, levantado lo prohibido. Si frecuentemente realizamos este tipo de conducta, le estamos transmitiendo “hijo tienes tanto poder sobre nosotros que hasta logras cambiarnos de opinión”.

  VI.      Cuando al estar hablando entre vosotros, llega él y con sus voces y exabruptos abandonáis vuestra conversación y entráis en lo que él plantea. Esa forma que tienes de hacer las cosas (gritos, pataletas, etc.) tiene tanto poder que olvidamos lo nuestro para prestarte atención a lo que nos dices.

 VII.      Cuando los padres se descalifican entre sí por los problemas que da el hijo. Existen reproches de cómo se deberían haber hecho las cosas. Le estamos comunicando a nuestro hijo: no sabemos ser padres, por tanto no podemos conducir tu educación, toma tú los mandos.

VIII.      Cuando están divididos ante que hacer o decir al hijo. Un padre castiga y el otro levanta la sanción, le mostramos que lo estas consiguiendo, divide y vencerás. Es decir, “has logrado dividirnos, nos has vencido, tú tienes el poder”.

 IX.      Cuando sólo hay sermoneo y nunca se pasa a los hechos. La próxima vez que hagas eso te vas a enterar, eso no se puede hacer más, tienes que entenderlo. Le trasladamos que “sólo tengo el poder de las palabras y estas se las lleva el viento. Tú sí que tienes poder pues haces lo que quieres y los hechos son los que quedan”.

 X.      Cuando los padres dicen: “Esta es la última vez” (y no lo cumplen). Al decirla y volver a repetirla, le trasmitimos a nuestro hijo: “Como ves tú poder es mayor que el mío, tengo tan poco poder que te digo lo que no haré, con lo cual si tú sigues haciendo eso que yo no quiero y no lo evito, te estoy dando una pista de cómo manifestar una y otra vez tu poder.