APRENDER A TOLERAR LA FRUSTRACIÓN
La frustración es parte de la vida.
No podemos evitarla, pero si podemos aprender a
manejarla y a superarla.
Generalmente es en la
infancia cuando aprendemos a tolerar la frustración.
Cuando
un niño es muy pequeño, cree que el mundo gira alrededor de él.
Piensa que se merece todo lo que quiere, en el momento en que lo quiere.
No sabe esperar, porque no tiene el concepto de tiempo, ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás.
Piensa que se merece todo lo que quiere, en el momento en que lo quiere.
No sabe esperar, porque no tiene el concepto de tiempo, ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás.
Por
eso, cualquier límite o cualquier cosa que le niegan, lo siente como algo
injusto y terrible.
No puede entender por qué no le dan lo que él desea.
Se siente frustrado y despojado de lo que
"necesita" en ese instante
No tiene las herramientas para eliminar, disminuir o
tolerar su malestar.
Si
los padres o las demás personas le dan siempre lo que pide y en el momento en
que lo hace, no aprende a "aguantar" la molestia que le provoca la espera
o la negación de sus deseos.
Al
llegar a la edad adulta, sigue sintiéndose mal ante cualquier límite o ante la
necesidad de posponer una satisfacción.
Siente
que necesita eliminar inmediatamente dicho malestar…
¿Cómo LO HACEN?
- Haciendo lo más fácil o lo primero que se le ocurra, con tal de ponerle fin a su molestia o incomodidad.
- Piensa sólo en el bienestar a muy corto plazo, sin tomar en cuenta los resultados a mediano y a largo plazo.
- La poca tolerancia a la frustración provoca que, ante cualquier incomodidad, nos desmotivemos y abandonemos nuestras metas y proyectos.
- Que nuestros deseos pierdan importancia.
- Esta falta de tolerancia está relacionada con las creencias que implican que mi vida debe de ser fácil, cómoda y placentera todo el tiempo.
- Que es horrible e intolerable sufrir cualquier molestia que va más allá de cierto nivel de intensidad o de duración.
PAUTAS PARA MODIFICAR LA FRUSTRACIÓN
- Recuerda que el mundo no gira alrededor de nuestros gustos o deseos y que no pasa nada terrible cuando no obtenemos lo que queremos.
- Siempre hay algo que podemos hacer al respecto, en lugar de enojarnos o quejarnos.
- Repítete esto constantemente.
- Piensa en todas las cosas que has perdido o dejado de obtener por tu poca tolerancia a la frustración.
- ¿Vale la pena la comodidad inmediata y momentánea, a cambio de todo eso que podrías tener?
- No olvides que hay épocas buenas y épocas difíciles o dolorosas y que sí tenemos la capacidad de tolerar o soportar algo, sin alterarnos demasiado.
- El malestar y el sufrimiento son desagradables, pero no nos destruyen.
- Si aprendemos de ellos, nos fortalecemos y desarrollamos.
- Obtenemos nuevas herramientas para lograr nuestro bienestar.
- Nuestra vida y nuestra felicidad no dependen de aquello que deseo y no obtengo de inmediato.
- Hay mucho más allá, si lo sabemos buscar.
- Nosotros elegimos el tipo de pensamientos que queremos tener.
- Enfócate en buscar una solución adecuada y no en el malestar que sientes.