Un persona optimista disfruta del éxito y aprende del fracaso
. Un pesimista tiene miedo de su propio éxito y sufre por los fracasos. Esa es la razón por la cual, la suerte se inclina del lado de aquel que disfruta y aprende>>.

“Todos somos completamente independientes y autosuficientes… Sólo que pocos lo saben"

lunes, 29 de octubre de 2012

Mitos acerca de las máquinas tragamonedas


MITOS POPULARES RELACIONADOS A LAS MÁQUINAS TRAGAMONEDAS

1.- Cuando la máquina está llena, está a punto de dar un premio
Las ganancias no siguen una determinada regla. Si en cierta máquina no se ha ganado un premio, no significa que esa máquina en particular pagará un premio muy pronto. Además un pago puede salir de una máquina que haya pagado recientemente una gran suma de dinero.

2.- Se puede averiguar cuando va a dar un premio
La aleatoriedad es la característica número uno de una máquina tragamonedas; de modo que le es imposible a un jugador "adivinar" cuándo saldrá el premio. El sistema de giros es completamente aleatorio; no sigue ninguna ley determinada.

3.- Existen trucos para ganar más dinero
         No existe una estrategia real para las tragaperras, ya que estos juegos funcionan a través de un algoritmo. No hay trucos para sacar una determinada carta de un mazo una y otra vez.

4.- Las fichas calientes o frías son más probables de producir mejores devoluciones
La temperatura de una moneda no importa. Tampoco importa cuánto tiempo ha pasado desde que la moneda fue jugada por última vez.

5.- Las máquinas tragamonedas están programadas para funcionar a través de un ciclo de pagos. Aunque el ciclo pueda abarcar miles de giros, una vez que llegue al final, el resultado se repetirá en el mismo orden como el ciclo anterior.
Esto es totalmente falso. Cada proceso se da totalmente al azar e independiente de los procesos previos.

6.- Esa máquina de tragamonedas acaba de pagar un gran premio. No voy a jugar en ella porque tiene que compensar por esa pérdida.
Recuerda que las máquinas tragamonedas están diseñadas para promediar un cierto porcentaje de pago al cabo de millones de giros. El corto plazo no significa nada, así que una máquina que recién pagó el premio máximo tiene exactamente las mismas probabilidades antes y después de dar el premio máximo.

7.- He jugado a esta máquina tragamonedas por 5 (o 10 o 20) días seguidos y no he ganado el premio máximo. Tiene que salir en cualquier momento.
La triste realidad es que la probabilidad de sacar el jackpot (premio máximo) son exactamente las mismas en el primer giro y en el giro número quince mil.

8.- Los tragamonedas tienen un patrón o secuencia fija de giros que puede ser determinada a través de un cuidadoso e intenso estudio.
Las máquinas tragamonedas están basadas en generadores de números aleatorios, los cuales generan millones de combinaciones de números por minuto. ¡Y son al azar! No existe un patrón que un ser humano pueda seguir, e incluso si tuvieras una computadora que pueda hacerlo, le tomaría meses o años y aun así -si supieras cuando hacerlo- sería imposible apretar el botón en la fracción de milisegundo necesaria para poder conseguir un determinado conjunto de giros.

9.- Siempre he escuchado que los tragamonedas pagan más seguido si sólo se apuesta una moneda por vez.
El mecanismo que pone en funcionamiento los carretes de los tragamonedas, sean reales o videos, no tiene idea cuántas monedas colocas en la máquina. Producirá el mismo giro tanto si juegas una moneda como si juegas la máxima cantidad de monedas aceptada.

10.- Estas máquinas pagan más a menudo cuando se usan billetes en lugar de monedas.
El dispositivo que una máquina tragamonedas utiliza para detener los carretes no tiene relación ninguna con el mecanismo de las monedas o billetes. No sabe de qué forma se colocó dinero en la máquina, por lo que esto no puede cambiar los resultados.

11.- Siempre hago más dinero cuando tiro de la palanca en lugar de presionar los botones. Esto debe aumentar el pago.
Una vez más, el generador de números aleatorios decide qué giros aparecerán y lo único que eso tiene que ver con la palanca o el botón es que éstos le dicen cuándo debe aparecer el próximo grupo de símbolos. No sabe de dónde sale el orden, sólo produce los símbolos al detener los carretes.

12.- Esta máquina no ha pagado nada durante una hora. El premio máximo tiene que salir en cualquier minuto.
Las máquinas tragamonedas nunca “deben” hacer nada excepto mantener un cierto porcentaje del dinero ingresado a través de ellas para el casino o propietario. Nunca olvides que los porcentajes de retorno de un tragamonedas son calculados en millones de giros, por lo que cualquier juego a corto plazo es insignificante.


viernes, 26 de octubre de 2012

Las claves de la buena suerte


Las claves de la buena suerte



Como explica Elsa Punset en su libro Una mochila para el universo, el psicólogo británico Richard Wiseman ha sintetizado cuatro reglas básicas para ser afortunado, demostrando que la suerte no es algo que se tiene o no se tiene, sino que las creamos nosotros. El primero de dichos principios es estar abierto a las oportunidades, estar atentos y relajados ante el mundo. El segundo, ver las cosas con optimismo, intentar extraer alguna lectura positiva de todas las cosas que suceden, incluso cuando son menos buenas. El tercero, confiar en que las cosas saldrán bien, creer que, si perseveramos, podremos lograr nuestras metas o acercarnos a ellas. Y, el cuarto, escuchar nuestra intuición. "Las personas con buena suerte toman decisiones de forma intuitiva. Para ello dejan que su cerebro relacione elementos aparentemente dispares", resumen Elsa Punset. Porque, escribe la autora: "Hay pensamientos, de los que no somos conscientes, que pueden resultarnos útiles. Algo que nuestra mente inconsciente sabe, pero de lo que no nos hemos dado cuenta conscientemente". Y la intuición, como el sueño, nos permite acceder a ellos.


Extracto extraido de una entrevista a Elsa Punset, en Psychologies. España

martes, 9 de octubre de 2012

Locus de control



LOCUS DE CONTROL
EXTERNO – INTERNO

El concepto de locus de control se refiere al grado con que el individuo cree controlar su vida y los acontecimientos que influyen en ella. En términos generales, constituye una expectativa generalizada o una creencia en la que se que se vive, relacionada con la previsibilidad y estructuración del mundo.

Locus de control interno: La persona con un LC interno percibe que los eventos positivos o negativos ocurren como efecto de sus propias acciones y que están bajo su control personal; así, estas personas valoran positivamente el esfuerzo y la habilidad personal.

Locus de control externo: Las personas de LC externo perciben el refuerzo como no contingente a sus acciones sino como resultado del azar, el destino, la suerte o el poder de otros; así, el LC externo es la percepción de que los eventos no se relacionan con la propia conducta y que por ende no pueden ser controlados de manera que no se valora el esfuerzo ni la dedicación.


·      Extracto de “Tus zonas erróneas” por Wayne W. Dyer.

¿Qué quiere decir ser “externo” en tu locus de control? En esencia ser “externo” quiere decir que tú responsabilizas de tu estado emocional en tus momentos presentes a alguien o algo externo sea algo que está fuera de ti mismo. Si te preguntaran: “¿Por qué te sientes mal?” y tú contestaras con respuestas como: “Mis padres me tratan mal”, “Ella me ofendió”, “Mis amigos no me quieren”, “No tengo suerte” o “Las cosas no van bien”, ello significaría que estás dentro de esta categoría externa. Y por lo mismo si te preguntaran por qué eres tan feliz y tú contestaras: “Mis amigos me tratan bien”, “Mi suerte ha cambiado”, “Nadie me está fastidiando” o “Ella se arriesgó por mí,” querría decir que aún estás dentro de un marco de referencia externo atribuyéndole la responsabilidad de lo que tú sientes a alguien o algo que está fuera de ti.

La persona que tiene un “locus” de control interno es la que coloca firmemente sobre sus propios hombros toda la responsabilidad por lo que él mismo siente y este tipo de persona es muy rara dentro de nuestra cultura.

Al contestar ese tipo de preguntas contesta con respuestas interiormente dirigidas como ser: “Lo que me digo a mí mismo es un error”, “Le doy demasiada importancia a lo que dicen los demás”, “Me preocupa lo que pueda decir la demás gente”, “No soy lo suficientemente fuerte para evitar ser desgraciado” y “No tengo habilidad suficiente para impedirme a mí mismo el no ser desdichado”.
Del mismo modo cuando la persona con coherencia interior está en buena situación contesta con referencias que empiezan con un “Yo” o “A mí” como por ejemplo: “Yo trabajé duro para ser feliz”, “Yo he logrado que las cosas me funcionen”, “Me estoy diciendo a mí mismo cosas positivas”, “Yo soy responsable de mí mismo y es aquí donde quiero estar”.

La paradoja de los monos y los plátanos


La paradoja de los monos y los plátanos

Para ilustrar la necesidad de preguntarse el porqué de las cosas, la necesidad de cuestionarse lo establecido, la necesidad de conocer las propias creencias y desafiarlas regularmente, contaré hoy la paradoja de los monos y los plátanos.
En un experimento se metieron cinco monos en una habitación. En el centro de la misma ubicaron una escalera, y en lo alto, unos plátanos. Cuando uno de los monos ascendía por la escalera para acceder a los plátanos, los experimentadores rociaban al resto de monos con un chorro de agua fría. Al cabo de un tiempo, los monos asimilaron la conexión entre el uso de la escalera y el chorro de agua fría, de modo que cuando uno de ellos se aventuraba a ascender en busca de un plátano, el resto de monos se lo impedían con violencia. Al final, e incluso ante la tentación del alimento, ningún mono se atrevía a subir por la escalera.
En ese momento, los experimentadores extrajeron uno de los cinco monos iniciales e introdujeron uno nuevo en la habitación.
El mono nuevo, naturalmente, trepó por la escalera en busca de los plátanos. En cuanto los demás observaron sus intenciones, se abalanzaron sobre él y lo bajaron a golpes antes de que el chorro de agua fría hiciera su aparición. Después de repetirse la experiencia varias veces, al final el nuevo mono comprendió que era mejor para su integridad renunciar a ascender por la escalera.
Los experimentadores sustituyeron otra vez a uno de los monos del grupo inicial. El primer mono sustituido participó con especial interés en las palizas al nuevo mono trepador.
Posteriormente se repitió el proceso con el tercer, cuarto y quinto mono, hasta que llegó un momento en que todos los monos del experimento inicial habían sido sustituidos.
En ese momento, los experimentadores se encontraron con algo sorprendente. Ninguno de los monos que había en la habitación había recibido nunca el chorro de agua fría. Sin embargo, ninguno se atrevía a trepar para hacerse con los plátanos. Si hubieran podido preguntar a los primates por qué no subían para alcanzar el alimento, probablemente la respuesta hubiera sido esta “No lo sé. Esto siempre ha sido así”.
A esto se le llama "mentalidad colectiva" o, incluso, "inteligencia colectiva" y en la psicología está relacionado con la Weltanschauung o Cosmovisión
La cosmovisión es una estructura que contiene los paradigmas de una época o región, reglas por las cuales las personas se han de comportar. Por ejemplo, los monos del experimento han decretado que no se puede subir o acercarse a la escalera, y ningún otro mono lo cuestiona. Se tienen que respetar los paradigmas que tu sociedad te impone, si no lo haces, serás etiquetado, excluido o castigado por los demás. Y así funciona la mente humana, que le podemos hacer. 


“Triste época la nuestra. Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”
                                                                                                 Albert Einstein