12 cosas para sentirnos más felices
Según los estudios de Sonja Lyubormisky
1.
Manifiesta
tu gratitud. Cuando
aprecias lo que tienes, esto gana en valor. Mola ¿no? Así que, básicamente,
estar agradecido por las cosas maravillosas que es evidente que ya tienes en tu
vida te proporcionará un sentido más profundo de la felicidad. Y eso sin tener
que salir de casa ni comprar nada. Tiene sentido. Nos va a costar mucho ser
feliz en algún momento si no estamos agradecidos por lo que ya tenemos.
2. Cultiva
el optimismo. Los
ganadores tienen la capacidad de fabricarse su propio optimismo. No importa
cuál sea la situación, la diva con éxito es la que siempre encuentra la forma
de ponerle un toque de optimismo. Solo contempla el fracaso como una
oportunidad para crecer y aprender nuevas enseñanzas de la vida. La gente
optimista ve el mundo como un lugar repleto de oportunidades infinitas,
especialmente en cuanto al número de intentos [3].
3. Evita
darle vueltas a las cosas y las comparaciones sociales. Compararte con otra persona puede ser
venenoso. Si de alguna forma somos mejores que la persona con la que nos
comparamos, eso nos da un sentido de superioridad insano. Nuestro ego se infla
-BOOM- y sale nuestro Kanye West interior. Si somos peores que con quien
nos comparamos, solemos desmerecer el trabajo duro que hemos hecho y el
progreso que hemos conseguido. Este tipo de comparaciones no surgen de un lugar
sano. Si te sientes inclinado a compararte con alguien, compárate contigo mismo
hace un tiempo.
4. Sé
amable. Realizar actos
amables libera serotonina en el cerebro. (La serotonina es una substancia que
proporciona beneficios médicos TREMENDOS, incluida la capacidad de hacernos más
felices). Ayudar a alguien de forma desinteresada es una forma super poderosa
de sentirse bien. Lo que es aún más guay sobre estos brotes de bondad es que no
solo nos hacen sentir bien a nosotros mismos, sino también a quien los observa.
¿A que es extraordinario? Una nota: lo que hacen los antidepresivos es liberar
más serotonina. Échate a un lado, Pfizer, la amabilidad te va a comer el
terreno.
5. Cuida
las relaciones sociales.
La gente más feliz del planeta son los que tienen relaciones importantes y
profundas. ¿Sabes que hay estudios que muestran que los índices de mortalidad
son el doble de altos para la gente que se siente sola? ¡HALA! Hay un
sentimiento de calidez que viene de tener un círculo activo de buenos amigos con
quienes compartir tus experiencias. Nos sentimos conectados y parte de algo con
más importancia que nuestras existencias solitarias.
6. Desarrolla
estrategias para poder con todo. Cómo respondes a los malos momentos define tu carácter. Algunas veces pasan
cosas malas, es inevitable. Forrest Gump lo sabe bien. Puede ser difícil salir
con respuestas creativas en el momento en el que el estiércol se acerca al ventilador.
Tener estrategias sanas ya ensayadas y listas en tu arsenal puede ser de gran
ayuda.
7. Aprende
a perdonar. Albergar
sentimientos de odio es nefasto para tu bienestar. Tu cerebro no sabe la
diferencia entre emociones pasadas o presentes. Cuando odias a alguien, piensas
continuamente en eso, y estas emociones negativas son tóxicas para tu
bienestar. Te pones en un estado de chunguismo (término técnico) que te
acompaña todo el día.
8. Aumenta
el fluir. Se trata
de ese estado en el que parece que el tiempo se ha parado. Ocurre cuando estás
tan concentrado en lo que estás haciendo que tu tarea y tú os convertís en uno.
La acción y la conciencia se han fundido. No tienes hambre, ni sueño, ni
emociones. Estás profundamente sumergido en la actividad que estás haciendo.
Nada te distrae ni compite por tu atención.
9. Saborea
las alegrías de la vida.
La felicidad profunda no puede existir sin frenar un poco para disfrutar de la
alegría. En un mundo con estímulos salvajes y movimientos omnipresentes es
fácil olvidar abrazar las experiencias agradables de la vida. Cuando no las
apreciamos, robamos la magia al momento. Las cosas más sencillas de la vida
puede ser las más gratificantes si recordamos disfrutarlas al máximo.
10.
Comprométete
con tus objetivos. Dedicarse
con entusiasmo a hacer algo viene equipado de serie con una fuerza inefable.
Ocurren cosas mágicas cuando nos comprometemos a hacer algo cueste lo que
cueste. Cuando estás totalmente comprometido, no tienes más opción que hacerlo.
Al contrario de lo que pueda parecer, no tener otra opción -por lo que no
puedes cambiar de opinión- de forma subconsciente nos hace más felices porque
así descubrimos parte del sentido de nuestra vida.
11.
Practica
la espiritualidad. Si
somos espirituales o religiosos, reconocemos que la vida es más grande que
nosotros. Abandonamos la idea tonta de que somos lo más poderoso que ha
existido nunca. Nos permite conectar con el origen de la creación y nos
conectamos con todo lo que existe. Algunas de las personas más completas que
conozco sienten que están aquí trabajando en algo para lo que "han sido
llamados".
12.
Cuida
tu cuerpo. Cuidar tu
cuerpo es crucial para ser la persona más feliz que puedas ser. Si no tienes tu
energía física en forma, entonces tu energía mental (tu concentración), tu
energía emocional (tus sentimientos) y tu energía espiritual (el sentido de tu
vida) se verán afectados negativamente [4]. ¿Sabías que estudios llevados a
cabo con personas diagnosticadas con depresión muestran que el ejercicio
regular aumenta los niveles de felicidad tanto como el Zoloft? No solo eso,
sino que seis meses después, la gente que seguía haciendo ejercicio tenía
muchas menos probabilidades de recaer porque tenían un nivel más alto de
superación personal y autoestima.