Un persona optimista disfruta del éxito y aprende del fracaso
. Un pesimista tiene miedo de su propio éxito y sufre por los fracasos. Esa es la razón por la cual, la suerte se inclina del lado de aquel que disfruta y aprende>>.

“Todos somos completamente independientes y autosuficientes… Sólo que pocos lo saben"

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cómo se da poder a los hijos (Sin darse cuenta)



     I.      Cuando no cumplen lo advertido al hijo. En todas las ocasiones que se le castiga y al final no cumple con lo impuesto. Transmiten que él puede sobre ellos.

    II.      Cuando aplican soluciones manifiestamente ineficaces. Cada vez que se aplican normas o castigos y no sirven para nada, trasmiten que no saben que hacer y que no pueden con él.

  III.      Cuando organizan la vida familiar según la problemática del hijo. Le trasmiten que esa problemática es el “arma” con la que el hijo controla a la familia.

  IV.      Cuando expresan “mi hijo me ha salido así”. Todo el mundo nace igual, las diferencias posteriores están relacionadas con la educación (vivencias, límites, normas, sobreprotección, etc.). Los hijos no “salen”, se forman. Al decirlo, se da carta blanca, de identidad, al comportamiento inadecuado del hijo.

   V.      Cuando le prohíben algo o dicen “NO” y luego cambian, levantado lo prohibido. Si frecuentemente realizamos este tipo de conducta, le estamos transmitiendo “hijo tienes tanto poder sobre nosotros que hasta logras cambiarnos de opinión”.

  VI.      Cuando al estar hablando entre vosotros, llega él y con sus voces y exabruptos abandonáis vuestra conversación y entráis en lo que él plantea. Esa forma que tienes de hacer las cosas (gritos, pataletas, etc.) tiene tanto poder que olvidamos lo nuestro para prestarte atención a lo que nos dices.

 VII.      Cuando los padres se descalifican entre sí por los problemas que da el hijo. Existen reproches de cómo se deberían haber hecho las cosas. Le estamos comunicando a nuestro hijo: no sabemos ser padres, por tanto no podemos conducir tu educación, toma tú los mandos.

VIII.      Cuando están divididos ante que hacer o decir al hijo. Un padre castiga y el otro levanta la sanción, le mostramos que lo estas consiguiendo, divide y vencerás. Es decir, “has logrado dividirnos, nos has vencido, tú tienes el poder”.

 IX.      Cuando sólo hay sermoneo y nunca se pasa a los hechos. La próxima vez que hagas eso te vas a enterar, eso no se puede hacer más, tienes que entenderlo. Le trasladamos que “sólo tengo el poder de las palabras y estas se las lleva el viento. Tú sí que tienes poder pues haces lo que quieres y los hechos son los que quedan”.

 X.      Cuando los padres dicen: “Esta es la última vez” (y no lo cumplen). Al decirla y volver a repetirla, le trasmitimos a nuestro hijo: “Como ves tú poder es mayor que el mío, tengo tan poco poder que te digo lo que no haré, con lo cual si tú sigues haciendo eso que yo no quiero y no lo evito, te estoy dando una pista de cómo manifestar una y otra vez tu poder.

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